Era Kessi que reía a carcajadas empapada de zumo de naranja.
-Perdoname!-dije agarrando un repasador automáticamente y limpiándole la remera- pensé que era Bill!
-¿Bill? Jajaja, pero no notas las manos de hombre y las de mujer?- me preguntó agarrando la servilleta que yo tenía en la mano.
La miré con mi carita de sobrador.
-Bueno tenés que admitir que las manos de a Bill no son como la del resto de los hombres…
-Sí… supongo…pero veo que mi amiga te dejó medio distraído…
Genial. Ahora me sentía peor que antes, no solo la empape de jugo sino que también sabía lo que había pasado en mi habitación la noche anterior.
Sonreí como pude siendo que tenía un agujero en el estómago.
-¿Te sentís mal?- preguntó poniéndome una mano en la frente
Mal era poco decir. Me sentía pésimo, quería gritarle que ella me hacía mal, que la necesitaba con desesperación…
-No, no es nada…-dije -¿Cómo durmieron?
-Pues no tan bien como ustedes!- dijo y me guiñó un ojo.
Me di vuelta para prepararme otro jugo, pero al parecer no era mi día. Me temblaban las manos y se me cayeron algunas naranjas al piso.
-Dejá que te lo hago yo!- dijo ella riendo y empujándome hacia la mesa- y de paso contame todo!
¿¿Contarle que???
-No me mirés así, Danz es mi amiga y tarde o temprano me va a poner al día…
Que le iba a decir! Yo no soy muy comunicativo que digamos, pero esto era demasiado para cualquier persona.
-Ehh, sí...la pasamos bien…-dije apoyando la cabeza en la mesa
-Bueno, eso es genial…ahora podemos salir los cuatro!
Wiii, los cuatro! ¿Por qué no agarraba un cuchillo y me lo enterraba en el pecho?
Cuando me sirvió el desayuno el agujero de mi estómago debía tener el tamaño del agujero de ozono, pero para no despreciar mordí algunas tostadas y tomé jugo.
Bill entró en la cocina e hizo una mueca al ver a Kessi agachada y secando el piso.
-¿Se puede saber que pasó acá?- preguntó a los dos.
-Tu hermanito me dio una húmeda bienvenida!-dijo a carcajadas
Bill me fulminó con la mirada.
-¿¿¿Le tiraste jugo encima???- me preguntó casi a punto de sacarme los ojos con la cuchara del café
-Ay amor, no seas exagerado, fue culpa mía, lo asusté y bue…me pasa por hacerme la graciosa. Eh, subo a ducharme y vengo…no me extrañen!-dijo saliendo de la cocina
-Además pensé que eras vos- dije a modo de defensa.
-Ah, me quedo más tranquilo- dijo Bill irónicamente- bueno, escuchá, llamó Georg para ver si queríamos pasar el fin de semana en la casa de la playa…
Justo lo que necesitaba. Descansar de todo y de todos, del calor…de paso tenía el mar cerca así que podía ir y ahogarme.
-Ajá, y ¿cuando saldríamos?- pregunté interesado
-Mañana a la noche así llegamos temprano y disfrutamos más el fin de semana…
-Por mí no hay drama…-dije
-Perfecto entonces todo arreglado!...tenemos algo programado para hoy?- me preguntó Bill
-No...Nada. Día libre.
-Buenísimo!, tengo ganas de ir al cine, hace 1000 años que no voy- dijo y también salió de la cocina dejándome solo con mi desayuno.
No comí nada. Levanté la bandeja casi intacta y subí a mi habitación. Me recosté en mi nueva cama que tenía el colchón con el plástico. Tendría que ser más cuidadoso en mis futuros encuentros amorosos. De mejor humos entré a darme una refrescante ducha de agua fría. Salí, puse música y me quedé paseando en boxers por la habitación.
¡Toc! ¡Toc!
-Pasá- dije automáticamente
-Ay! Todavía no te vestiste!!- dijo una voz a mis espaldas
Me di vuelta y la vi tapándose los ojos con la mano y riéndose
-Kessi!- dije poniéndome un short lo más rápido que pude- parece que hoy te confundo con Bill!
-Jajajajaja, no hay problema, ya puedo mirar?
-Sí, ya-
Se sacó la mano de los ojos y me miró. Luego paseó la mirada por mi habitación.
-¡Qué linda habitación!- dijo- un poco desordenada, pero muy tuya…me encanta!- y se dejó caer en el colchón. El plástico crujió cuando ella se tiró encima.
Yo me quedé quieto, mirándola…acostada en mi cama, como tantas veces me la imaginé….Aparté la mirada ya que súbitamente me sonrojé.
-¿Estás seguro de que te sentís bien?- preguntó incorporándose- ya van varias veces que te pones así! Debe ser este calor…
Sí, el calor. El calor que tenía en el cuerpo superaba ampliamente al calor del ambiente.
-E…estoy bien…
-Bueno, entonces cambiate que nos vamos al cine- dijo alegremente.
-¿Qué?, no…vayan ustedes!- no me dejó terminar, se paró de un salto y se puso a revolver mi placard. Sacó unas bermudas verde militar y una remera blanca y las puso sobre la cama.
-Perfecto!- dijo sonriendo satisfecha.
¿Pero es que acaso no había poder humano de parar a esta chica? Era un torbellino.
Se me acercó y me señaló con el dedo.
-Te quiero ver vestidito y bonito en 5 minutos, sino subo y te visto yo!- dijo.
Fue más una orden que otra cosa. Se dio media vuelta y camino hacia la puerta, pero antes de salir se giró:
-Vamos con Danz- y se fue dando un leve portazo.
Me vestí todavía sintiéndome aturdido.¿Por qué no reaccionaba? Estaba haciendo conmigo lo que quería y yo la dejaba…
Bajé a la sala y la feliz pareja estaba esperándome.
-¡Quedaste precioso!- dijo ella cuando me vio- Danz va a morir cuando te vea!
Hice una mueca de disgusto y suspiré.
-Claro, él queda precioso y ¿yo?- dijo Bill poniendo caritas.
-¡Vos siempre estás perfecto!-dijo dándole un beso.
-¡Gracias por lo que me queda!- dije- ¡entonces querés decir que siempre estoy hecho un mamarracho!
-Ahhh, ¿pero qué es esto?- Dijo mirándonos alternativamente a mi y a Bill- no se me van a enojar! Son las dos personas más lindas que conozco!
Y me agarró del brazo y me acercó a ella y nos abrazó a los dos.
-Debo ser la envidia del lugar! Estoy con los dos bombones más lindos de Alemania!
-¡Corrección! Los más lindos del mundo!- dije no pudiendo con mi genio
Y los tres nos echamos a reír.
Pasamos a buscar a Danz por la casa y casi me tienen que asistir cuando la vi. Tenía puesta una pollera verde camuflada, una musculosa blanca, y unas zapatillas botitas color verdes.¡Que piernas! Me sentí reanimado al acto.
-Hola!- dijo entrando al auto.
Se sentó atrás conmigo y me metió un beso que hizo que Kessi y Bill estallaran en aplausos.
-¡Hermano que efecto causás en las chicas!- dijo Bill riéndose.
-Bueno, como para pasar desapercibido, Bill, tu hermano es un espectáculo!- dijo Danz- ¿No Kess?
- Jajaja, ya le decía hoy, mi cuñadito tiene toda la facha!
-Bueno! Aguanten con los piropos para el sólo! Mirá que me pongo celoso!- dijo Bill riendo
-Era lo único que faltaba, celoso de su gemelo! Todos rieron menos yo, el chistecito había dado en el clavo.
Mientras íbamos hablando boludeces sonó el celular de Bill.
Era Georg diciendo que iba a ir con Anna a la casa de la playa.
-Mirá a Anita!- dijo Kessi
-Bueno, si el va acompañado ustedes dos también vengan!- dijo Bill mirando a las chicas
-¿A dónde?- preguntó Danz
-Es que Georg tiene una casa en la playa y nos invitó a pasar el fin de semana.
-Bueno… ¿Kessi vos vas?- preguntó
-Si me invitan voy, total hasta el martes no tenemos ensayo ni nada.
Danz me miró.
-Si no te jode…
-Por mí genial!- dije sinceramente.
-Entonces hecho. Salimos mañana a la noche- dijo mi hermano.
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