Aquellos días fueron tan duros como cuando perdí a mi familia. Pase unas semanas allí y llegó el momento.
R: Blanquita, cariño ven – cuando entré en la sala estaban los padres de Mar sentados en el sofá – creemos que tu cometido aquí a finalizado. Sabemos que en Alemania tienes tu vida y tienes que seguir adelante. Tu trabajo, seguramente un novio... Estamos tan orgullosos de ti... Nos has enseñado tanto en estos días... Nos has dado ánimo para seguir adelante. Tu valentía ante la vida es increíble. Gracias.
M: Pero yo... Yo sólo cumplía con mi deber. Para mi Mar era como mi hermana. Lo sabíamos todo la una de la otra y ella lo hizo todo por mí siempre y yo por ella, y esta vez no iba a ser menos. Estáis seguros de que me vaya? No importa el trabajo ni nada! Mi jefe es un buenazo y me tiene bastante consentida, por eso no os preocupéis. Y novio... eso no está en mis planes ahora.
Me daba tanta pena dejarlos... pero fueron tan insistentes que al final cedí. Al día siguiente me acompañaron al aeropuerto y cogí el primer avión que salía hacia Berlín. Al llegar allí llamé a James (uno de los guardaespaldas de los chicos, con el que había hecho buenas migas desde el principio). Me vino a buscar y me llevo hasta casa para que dejara las cosas y luego al trabajo. Los de la empresa se alegraron de verme de nuevo y nos despedimos hasta el lunes (cuando llegue era viernes y los fines de semana los tenía libres). Luego James y yo nos fuimos para el estudio donde estaban los 4 fantásticos, como yo les llamaba siempre. Al entrar el de grabación me dijo que estaban en el cuarto de descanso comiendo.
M: Pizza familiar!!! – dije abriendo la puerta.
T: Pero si ya hemos comido!!! – al decir esto se dieron la vuelta y se quedaron boquiabiertos.
B: MAIKO!!!!! Que haces aquí?? – y corrimos a abrazarnos. Todos vinieron, incluido Tom!!!
T: Todo bien? Siento muchísimo lo de tu amiga, de veras. Si necesitas algo cuentas conmigo – al ver este comportamiento por su parte todos lo miramos extrañados, dado que antes de irme no me podía ni ver – que pasa! Yo también tengo sentimientos! Y la muerte de una amiga tiene que ser chungo!!
M: (me sonrojé) Muchas Gracias Tom te lo agradezco y lo tendré muy en cuenta –me había encantado esa reacción de Tom. Oh, oh... mi sonrojo me creo una sensación muy extraña por dentro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario