CAPITULO 14

Me di media vuelta y salí. Me prendí un cigarrillo y me quede ahí esperando a que parara de llover un poco. ¡Que escondido lo tenía! No voy a decir que me cayó mal o algo parecido. En parte me sacaba un peso de encima. Con Danz la pasábamos bien, pero tampoco estaba enamorado de ella. Pero ¿y Kessi?
Caminé hasta la esquina para cruzar la calle y agarrar el coche cuando la veo salir por la puerta lateral, iba a en short, musculosa y...descalza!!! Parecía desorientada, miró a ambos lados de la calle y no me vio. Y de repente se echó a correr en dirección al parque. Tiré el cigarrillo y me lancé tras ella, me llevaba casi una cuadra de ventaja y encima llovía torrencialmente.
-¡Kessi!- grité. Pero ella seguía corriendo. Traté de alcanzarla pero los pantalones se me pegaban al cuerpo por la lluvia y eso hacía que el correr me fuera casi imposible.
Los truenos sonaban alrededor y yo estaba desesperado por encontrarla, maldita lluvia!
Al fin la vi, estaba apoyada en un árbol, de espaldas, abrazándose el cuerpo.
-Kessi- dije con las últimas fuerzas que me quedaban. Nota: tengo que dejar de fumar.
Ella me miró y abrió los ojos de la sorpresa. Estábamos los dos empapados de pies a cabeza.
-¡Tom!- dijo limpiándose los ojos- ¡Qué…que hacés acá!
-Lo mismo te pregunto…¿qué pasó?
-Yo…nada…ya no importa…me voy a casa…- dijo dando un paso adelante, pero tropezó con la raíz del árbol y cayó en mis brazos. Ella me rodeó la cintura con los brazos y se echó a llorar con todas sus fuerzas.
Le pasé la mano por el pelo, acariciándole la cabeza. Quería quedarme así con ella para siempre.
Entonces ella me miró, y se separó un poco.
-Ay, Tom…ellos estuvieron jugando con nosotros todo este tiempo!- dijo sollozando.¿Había visto algo? La miré esperando que me explicara, pero ella me apartó y entró a caminar por el parque, que parecía un lodazal, ya que llovía copiosamente. La agarré del brazo, pero se zafó. Entonces la seguí, como un sonámbulo. No sabía que decirle.
-Kessi, necesito que me digas que pasó-dije
-Tom…esto está mal…¿por qué? Nosotros no nos merecemos esto..- dijo con la voz quebrada. Se giró y me miró.En ese momento solo quería estar con ella, la amaba con desesperación, esos ojos…me acerqué a ella y le tomé la cara entre las manos. Ella me miraba con sus grandes ojos claros. Y entonces la besé, la besé como nunca había besado a nadie, como si se fuera a acabar el mundo, con todo el amor del que fui capaz. Olvidé que ella era la novia de mi hermano, olvide a Danz y a Bill, sólo éramos ella y yo.
Ella permaneció así, quieta, estática, con los ojos abiertos, tratando de entender mi súbita reacción. Me separé unos centímetros y la miré. Quería que me dijera algo, que me pegara…cualquier cosa con tal de no ver esa expresión en su hermosa cara.
-Tom…no… ¿por qué hiciste eso?-dijo retrocediendo, pero estaba descalza y resbaló con el barro y cayó para atrás quedando sentada en medio de un gran charco negro. Pero no se levantó, sólo se limitó a rodearse las rodillas con los brazos y mirar el suelo.
Me arrodillé a su lado y le acaricié el brazo.
-Perdoname…-dije
No me contestó. Ni siquiera me miró.
-Kessi, por favor, decime algo…pegame…pero no me ignores
Entonces para mi sorpresa me miró, y me acarició la cara.
-Tom, no tengo nada que perdonarte…estamos los dos algo…confundidos, eso es todo. Yo no sabía que Bill quería Danz y vos no tenés la culpa de que ella te engañara…
Por un momento me quedé mudo. O sea que Kessi sí había visto algo. Este Bill era más estúpido de lo que pensaba. Kessi no se merecía algo así.
-No me importa Danz- dije finalmente
-¡Pero ella estaba besándose con Bill!- dijo casi gritando
-Lo sé, yo también los vi…pero te repito: ¡no me importa Danz!
Ella me miraba sin entender. Estaba convencida de que yo amaba a Danz o algo así.
-No entiendo- dijo. -Creí que ella y vos…
-La pasábamos bien, eso es todo…
-¿Entonces no te molesta que lo haya besado a Bill?- preguntó tratando de entender todo.
Sacudí la cabeza. Éramos un cuadro bastante poco común, los dos sentados en el barro, empapados, en un parque desierto…
-Kessi, la única persona que me interesó todo este tiempo fuiste vos!- dije. Ella abrió la boca para decir algo pero yo necesitaba desahogarme…
-Esperá, dejame terminar…sé que vas a pensar que estoy loco o lo que sea, pero no…hace tanto que vengo aguantando todo que no creo poder resistir más Kessi, no puedo seguir engañándome, tratando de olvidar y esperando que todo pase, ojalá pudiera…pero no. Si tan sólo supieras lo que soportaba cada vez que te veía, la rabia que sentía cuando lo besabas a él y no a mí…por eso actuaba de esa manera al principio Kessi, no podía controlar las ganas de besarte, de abrazarte…te necesitaba demasiado…te necesito demasiado…las veces que soñé con estar en su lugar, pero vinimos a enamorarnos los dos de la misma persona, y juro que intenté hacerme a un lado, continuar con la vida que tenía antes de conocerte, pero con eso sólo lograba lastimarme más y preferí quedarme a tu lado, sabiendo que con eso sólo lograba meterte más en mi corazón… pero fue que te enamoraste de mi hermano, cuando lo viste a él y te sonrojaste quise morir…te enamoraste de la única persona con la que no puedo competir…
-Tom… ¿qué estás diciendo? Esa vez en el baño fue la primera vez que nos vimos… ¿cómo “que cuando lo vi a Bill”?
-No, fue la primera vez que vos me viste…pero yo ya te había conocido antes…de casualidad…
-¿Entonces no me conociste en Freaks?- preguntó sacudiéndome el brazo
-No…la primera vez que te vi fue en un colectivo. Vos ibas hablando con Tekki. Cuando el bajó vos te paraste al lado mio y ni me miraste. Sólo que vi donde te bajabas. Entraste al centro y al otro día fui con la excusa de necesitar clases de guitarra…ahí conocí a Cuca…entonces te escuché hablar por teléfono con Anna y decirle que se iban a ver en Freaks…y bueno, planeé la salida sólo para volver a verte…
Ella me miraba con la boca abierta, asimilando todo lo que le había dicho.
-¿Hiciste todo eso por…mí?
-Kessi por vos iría hasta el fin del mundo…¿es que acaso no lo entendés? Te amo…
-De lo que me doy cuenta es de que fui una estúpida, perdoname Tom, no sé que decirte…yo no sabía….
-No Kessi, vos no hiciste nada malo…
-Sí, yo te abrazaba y te besaba sin imaginarme lo que vos sentías…¡soy una estúpida!
Nos quedamos los dos en silencio bajo la lluvia un largo rato.
-Kessi…¿me perdonás por lo del beso?
Ella agarró mi mano y me dio un beso en la palma
-Está todo bien…es que todo es muy loco…mirá cómo estamos!- dijo y lanzó una carcajada que me hizo reír también.
Estuvimos bajo la lluvia mucho tiempo. Callados. Ella acariciando mi brazo y yo mucho más aliviado. Me había sacado un peso de encima. Ese dolor que me oprimía el pecho casi había desaparecido.
-Está empezando a hacer frío- dije notando que ella estaba sólo con un short y una musculosa.
Ella me miró y asintió. Me paré y la ayudé a levantarse.
-Vamos- le dije haciéndole señas para que se subiera a mi espalda- te llevo a tu casa. Ella lanzó una carcajada y se subió.
Caminé hasta el coche con ella a caballito y dejamos el auto hecho un enchastre.
-¡Ay, Tom mirá cómo quedó el coche!- dijo chorreando agua sobre el asiento.
-No importa- dije sinceramente- además prefiero limpiar antes que verte con pulmonía.
Se acomodó de costado, abrazándose las piernas y con la barbilla apoyada en sus rodillas.
Ninguno dijo palabra hasta que llegamos a su casa. No pueden imaginar cómo me sentía en ese momento. Tenía una confusión de emociones tremenda, por un lado me sentía mejor por haberle podido contar todo, pero el verla ahí, a mi lado tan vulnerable, sintiendo unos deseos locos de abrazarla, de decirle que yo era el hombre para ella, que estábamos destinados a pertenecernos, que ella había nacido para mí….y sin poder hacer nada. Por primera vez en mi vida deseé ser otra persona. Es tan difícil obedecer a la razón cuando el corazón es el que manda…y el mío ya había hecho su elección.
Paré el auto y me quedé así, con mis brazos apoyados en el volante y sintiéndome un deshecho humano.
Ella levantó la vista y pasó su mano por delante de mis ojos.
-¡Hey!- me dijo- ¿vamos?
-¿Qué?- pregunté tratando de poner en orden mi cabeza.
-Que ya llegamos. Vamos…te invito un café calentito…

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