CAPITULO 11

Nos subimos al avión en silencio, Bill parecía triste y yo también lo estaba, a mi manera. Me senté con Georg, que era mi compañero en los viajes y para distraernos nos pasamos casi todo el viaje molestando a los chicos. Apenas llegamos nos vimos tapados de cosas para hacer, que entrevistas, fotos, programas de radio, de televisión, así que la final del día caíamos rendidos. Hacíamos conciertos casi todas la noches, era fantástico, todo lo que esperábamos y mucho más. Hablábamos con las chicas día por medio y nos tenían al tanto de lo que pasaba por allá. Estuvimos en España 3 semanas y media. Todo había salido perfecto, las españolas eran un gran público, y además eran muy lindas. Debo decir o mejor confesar, que no estuve con nadie en esas semanas, aunque oportunidades no me faltaban, pero la distancia me puso un poco melancólico...no veía la hora de llegar a casa y verla de nuevo.
Cuando llegamos los chicos nos estaban esperando en el aeropuerto, así que imagínense que caos era eso, había periodistas, fanáticas de ambas bandas (de fans de Panic eran una multitud), gente que gritaba, sacaba fotos, un despelote. Vimos a los chicos de panic que estaban rodeados por fanáticos, y tratando de manejar la situación lo mejor posible. Apenas nos vieron, las fans empezaron a gritar y casi rompen todo el lugar. Las chicas casi no pudieron acercarse a nosotros porque era un mundo de gente. No nos dejaron avanzar hasta que accedimos a sacarnos fotos las dos bandas juntas.
Al final las chicas pudieron acercarse sin correr riesgo y nos abrazaron. Kessi estaba más hermosa que nunca, cuando me abrazó casi me muero. Fue como si nunca me hubiese ido.
-¡Ay cuñadito! Te re extrañé- dijo colgándose de mi cuello.
-Yo también te extrañé- dije de corazón. Y también soné con vos todas las noches. Cenamos todos juntos esa noche en un restaurante, que habían cerrado exclusivamente para nosotros. Éramos como 16, todos hablando al mismo tiempo y riendo. Un grupo bastante divertido. Las chicas por supuesto se quedaron a dormir en casa y a recuperar casi un mes de abstinencia…sólo puedo decir que fue un encuentro explosivo.
Y así todo siguió su curso natural…las chicas venían a casa seguido y a veces Georg y Anna se nos sumaban. Bill y Danz se llevaban genial, tenían los mismos gustos y frecuentemente pensaban igual. Así que la pasábamos bien todos juntos.
Una noche habíamos terminado de cenar y Danz se ofreció a levantar la mesa
-Yo te ayudo- dijo Bill y de un salto se paró y la siguió a la cocina.
-Emmm, ¿te parece si miramos alguna película?- preguntó Kessi mirando los dvd que teníamos.
-Miremos una de acción!-dijo Georg que estaba sentado haciendo zapping con Anna en su regazo.
-mmm, las que están acá ya las vimos todas…
-En mi habitación hay más…si querés vamos a ver…-dije
Entonces subimos a mi habitación. Kessi entró y se puso a mirar las películas.
-ehhh, Tom...te quería pedir un favorcito…-dijo leyendo la tapa de un dvd
La miré algo sorprendido, ¿Qué favor podía querer?. Levantó la vista y me sonrió.
-No pongas esa carita que no es nada raro…pero necesito tu ayuda.
-A ver...que es eso tan importante que sólo yo te puedo ayudar…
Se sentó en la cama con la película en la mano y se cruzó de piernas.
-Es que quiero hacerme un tatuaje y quería saber si me acompañas- dijo mirándome a los ojos. Desvié la mirada y me puse a juguetear con los dvds..
-¿Y Bill no te puede acompañar?
-Es que a él mucho no le gusta la idea, así que no va a querer acompañarme…pero vos sos diferente, me entendés mejor…
Intenté pasar por alto ese comentario, después de todo por mucho que la idea me desagradara ella estaba con mi hermano. Por otra parte no podía decirle que no…aunque me pidiera que saltara de la torre eiffel…estaba perdido…
-Está bien- dije finalmente- pero tenemos que encontrar una excusa para que Bill no sospeche.
-Por eso no hay problema, yo me invento algo en el centro y listo…¿te parece mañana?
-No hay problema. ¡Mañana lo hacemos!. Si era necesario cancelaba todo compromiso. Lo hacía todo por ella.
Se levantó y corrió a abrazarme. E instintivamente la abracé.
-¡Sos el mejor!¿Lo sabías?- dijo radiante.
-Sí, sólo que me gusta que me lo digan…jajajajjaaj
Ella echo a reír también y agarrándome de la mano bajamos al comedor.
-¿Dónde estaban ustedes dos?- preguntó Bill con un gran bol de pochoclos.
-Elegíamos la película para ver, las de acá abajo las vimos todas…- dijo ella encogiéndose de hombros y sentándose en el sillón entre medio de Bill y Anna.
Entonces ella se giró y me guiñó un ojo. Esa noche me sentí extrañamente feliz.

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