CAPITULO 5

Cuando di el primer paso hacia la puerta noté como mi cuerpo dejaba de pesar y en aquel momento me desmayé. El reflejo de Bill evitó que cayera al suelo. Me tumbaron en la cama y llamaron al médico. Entonces éste les dijo que había tenido un desmayo a causa de una pequeña anemia que tenia o había tenido y aún sufría las consecuencias. Al despertarme, el médico todavía estaba allí. Y le expliqué mi historial médico, entonces lo comprendió todo.

M: Creo que en el tiempo que he estado desmayada he recordado cosas del accidente...

Doctor: Bien si me dices esto, me quedo más tranquilo. Posiblemente has tenido una regresión. Para que lo entendáis ha vuelto al pasado y lo ha revivido. Es conveniente que tomes reposo por unos días, quizá te remita. Necesitas tranquilidad y que te cuiden, me imagino que con tantos chicos a tu alrededor, eso no será nada difícil.

Dicho esto se fue y Bill me abrazó tiernamente <> me susurro al oído.
Pasé unos días en cama, en mi casa por supuesto, y los chicos venían a verme, pero siempre sin Tom que seguía en sus trece de que no le caía bien. Yo, con cada día que pasaba, notaba a Bill más triste.

M: Bill qué te pasa? Todos los días que vienes a verme estás triste.

B: Eres algo muy importante para mí y mi hermano es un cabezón – entonces Georg y Gustav se levantaron me dieron un beso cada uno en la frente y se despidieron, tenían planes con unas chicas que habían conocido. – sabes? Deseaba que mi hermano te conociera, pero nunca pensé que te trataría así – yo me incorporé y lo abracé.

M: Bill, cariño, son cosas que pasan no te sientas mal. Además yo te voy a seguir queriendo igual aunque tu hermano me odie!!! – y le dediqué una amplia sonrisa.

B: Siempre sabes cómo levantarme el ánimo eh!! No has cambiado nada! Gracias. Sabes mi hermano siempre me dijo, al volver de Inglaterra, que yo estaba enamorado de ti porque solo hablaba de ti, que estúpido verdad – yo me había levantado para vestirme porque ya estaba mucho mejor y él vino por detrás y me rodeo con sus manos- tú crees que nosotros…? Tal vez…? – me giré y me puse a reír.
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